22 de junio de 2013

La jornada


Política


Acuerdan en foro continuar la lucha contra la imposición
El objetivo es frenar la reforma, y nos apoyan miles de familias, dice la CNTE
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Sábado 22 de junio de 2013, p. 14
Docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) consideraron que el sector de la enseñanza ha llegado a un momento de definiciones pues, apostamos por construir un verdadero cambio o nos seguimos por la ruta de la simulación y el fracaso, advirtieron.
Durante los trabajos del séptimo Foro Regional sobre la Reforma Educativa, que convocó a unos mil profesores de la región centro del país, afirmaron que las autoridades no quieren entender que los primeros en demandar una transformación del sistema han sido los maestros.
Se ha insistido hasta el cansancio en que no tememos a la evaluación, pero no bajo el concepto y el modelo de nación que se nos quiere imponer. Tenemos propuestas, pero quienes tienen la responsabilidad de impulsar una verdadera reforma educativa no acuden al debate con el magisterio de base, denunciaron.
Francisco Bravo, secretario general del magisterio disidente de la sección 9 del Distrito Federal, advirtió: No vamos a permitir que por decisión de unos cuantos se entregue la educación pública a los intereses del capitalismo, y sería lamentable que el gobierno federal crea que con apoyar la convocatoria a estos foros se está legitimando un proyecto de enseñanza que no es el que demandas las comunidades y los maestros de base, señaló.
Al presentar la postura de de la CNTE en la región centro, enfatizó:Nuestra rebeldía es contra la imposición de un modelo educativo que sienta las bases para la privatización de la escuela pública. Queremos un cambio, pero de fondo, sin simulaciones ni engaños. Vamos por una educación integral y humanista, no por aquella que busca formar para el modelo capitalista y neoliberal.
Con la asistencia de maestros del Distrito Federal, de las secciones 9, 10 y 11, así como de los estados de Morelos, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Querétaro y valle de México, empezó la discusión en cuatro mesas de trabajo para abordar temas como las condiciones laborales en el contexto de la reforma, modelos de enseñanza, financiamiento e infraestructura educativa.
Sin embargo, debido a que se presentaron más de 80 ponencias, se acordó realizar el encuentro en dos etapas, la segunda de las cuales se realizará este 29 de junio en la capital del país, a fin de que se presenten todas las propuestas.
Juan José Ortega Madrigal, secretario general de la sección 18 de Michoacán, subrayó que hay mucha claridad de los maestros sobre la necesidad de frenar esta reforma, porque no atiende las necesidades educativas que demandan nuestras comunidades, y sabemos que tenemos el apoyo de miles de padres de familia que no quieren ver privatizada la enseñanza de sus hijos.
Aseguró que las acciones de protesta no se van a suspender porque la Secretaría de Gobernación haya acordado con la CNTE impulsar nueve foros de debate regional y uno nacional. La próxima semana esperamos discutir qué acciones seguiremos, porque la jornada de lucha no se va a detener.
Bravo apuntó que el magisterio disidente del centro del país también se pronuncia por la abrogación de las modificaciones a los artículos tercero y 73 constitucionales, y porsuspender cualquier acción para aprobar las leyes secundarias, hasta que no se abra un debate nacional que incluya a los diferentes actores sociales.
A los trabajos del foro acudieron los dirigentes del SME, Martín Esparza, y del STUNAM, Agustín Rodríguez, así como Manuel Pérez Rocha, ex rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México; Hugo Aboites, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien dictó una conferencia magistral, y el escritor Paco Ignacio Taibo II.

VII Foro Región Centro "Análisis y Perspectivas de la Reforma Educativa.



El Llanero Solitito.

                   
Profr. Juan José Ortega Madrigal, dirigente de la sección 18 de Michoacán.
Dr. Hugo Aboites 1ª parte.

 
Dr. Hugo Aboites 2ª parte.

CONFRONTACIÓN O DIALOGO EN LA REFORMA DE LA EDUCACIÓN EN EL 2012-2013
Hugo Aboites[1]
Ponencia presentada en el VII Foro de Análisis y Perspectivas sobre la Reforma Educativa Región Centro.

México, D.F.  Centro de Negocios, 21 de junio 2013.

Aboites 2"Análisis y Perspectiva de la Reforma Educativa", Escritor Paco Ignacio Taibo II 2ª Parte.
En México se vive hoy una intensa confrontación en torno al futuro de la educación. Es una confrontación de cuyo resultado depende no sólo la orientación que habrá de seguir la educación mexicana sino también –dada la importancia de la educación para el futuro de las personas- el destino que espera a millones de niños y jóvenes.

En esta confrontación claramente están de un lado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Académicos (OCDE), la cúpula empresarial (agrupada sobre todo enMexicanos Primero), los tres principales partidos políticos (Pacto por México),  el gobierno federal y un sector importante de legisladores del Congreso de la Unión. Del otro lado, los maestros (especialmente los organizados en la CNTE), estudiantes, padres de familia, comunidades, académicos y sectores importantes de los grupos mayoritarios y populares del país. 
Es una confrontación que se enmarca en un contexto de intereses y presiones internacionales, como se ve por la activa participación de la OCDE, organismo internacional preocupado por la expansión económica y comercial, pero también por la participación de Mexicanos Primero, organismode grandes empresas nacionales que es uno más de los grupos “civiles” empresariales que en América Latina presionan por un cambio en la educación a fin de orientarlo a la formación de capital humano. En Brasil se llama Todos por la educación;  en Argentina,Proyecto Educar;  en Chile, Educación 2020; en Colombia Empresarios por la Educación;  en Ecuador, Grupo Faro; en el Salvador Fundación Empresarial para el Desarrollo;  en Guatemala,Empresarios por la Educación; en Honduras,Fundación por la Educación; en Panamá, Unidos por la Educación; en Paraguay,Juntos por la Educación;  en Perú, Empresarios por la Educación, y en República Dominicana, Acción por la Educación.Desde este otro lado, los esfuerzos de resistencia que aparecen en México están hermanados (aunque, desafortunadamente, no organizados) con las corrientes de renovación y resistencia que existen desde años atrás en América Latina: en Bolivia, Venezuela, Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay, Perú y otros países. 
En ese sentido es una clara confrontación internacional de clases sociales en torno a un proceso social sumamente importante, como es la educación, con proyectos también radicalmente diferentes y encontrados. Uno, el que promueve la subordinación de los niños y jóvenes a un modelo de sociedad autoritaria, empresarial, donde las personas son consideradas como parte del capital (aunque sean humanos) y como seres cuya función principal sea generar riqueza para otros en la forma más  competitiva posible. El otro proyecto busca la formación integral, emancipatoria y solidaria de los niños y jóvenes para convertirlos en actores comprometidos y sabios, capaces de trabajar por su familia y por  la transformación de la sociedad en un espacio donde todos tengan los mismos derechos a la vida y al bienestar. 
En esta confrontación, los grupos hegemónicos y dominantes desde tiempo atrás han tomado la iniciativa,  pero ahora en el 2012-2013 han dado un golpe que intenta ser definitivo y radical.  Sin embargo, si se analizan someramente los principales rasgos de la iniciativa aparecen contradicciones y limitaciones muy profundas.  Seis puntos parecen ser los más importantes en la problemática del actual intento empresarial-gubernamental de reforma. 
1.Se trata de una reforma autoritaria y apresurada, y esto último con la clara intención de evitar que surgieran opiniones y debate sobre la conveniencia del proyecto.  Fue aprobada en apenas diez días en ambas cámaras, como un mero trámite que violentó los procedimientos  legislativos (por ejemplo, cuando se reservan artículos). Esto no solo agravia al Congreso y mancha sus procedimientos, que deberían ser no sólo legales sino ejemplares, sino que además vulnera principios democráticos básicos de una sociedad. México es, como establece la constitución, “una república…democrática.” (Art. 40) y esta reforma contradictoriamente fortalece el clima autoritario y discrecional en la conducción del  rumbo del país. Desde el Congreso, un pésimo precedente para los esfuerzos por democratizar la sociedad mexicana y las escuelas e instituciones de todos los niveles educativos, pero también un polo de organización y resistencia que los maestros pueden plantear como parte de la lucha por una elemental democracia en el país. 
2. Es una reforma que carece de un trabajo previo de diagnóstico, sistemático y serio por parte del mismo Estado. En consecuencia no se sabe cuáles son de manera precisa los problemas que intenta resolver y no hay manera de evaluar si lo que se propone (y lo que ya se ha aprobado) realmente responde a la problemática de la educación. En algunos momentos incluso la reforma se presentó como una respuesta a la corrupción o como encaminada a quitarle a Elba Esther Gordillo la conducción de la educación, como parte de la vaguedad con que se funda la modificación constitucional y la propuesta de leyes secundarias. Por algunos momentos el diagnóstico implícito es que lo que falta es autoridad y mano dura. Ausente de diagnóstico propio, la iniciativa gubernamental es básicamente dogmática (pues, sin más insiste en “calidad” y “evaluación”), y con eso el Estado Mexicano se allana sin cuestionamiento alguno a los análisis que por su cuenta han realizado ya la OCDE y Mexicanos Primero respecto de la problemática de la educación. Por eso decimos que se trata de una reforma profundamente privatizadora, porque el Estado cede a organismos internacionales y al sector privado la determinación de la agenda que debe seguirse, e incluye esa visión y prioridades (“la calidad” y “evaluación”) incluso en la Constitución. La ausencia de un diagnóstico previo es un atropello a la racionalidad y detenida consideración que debería tener una reforma constitucional en un tema tan delicado como el de la educación.
3. Es una reforma que ofrece un remedio contraproducente para la educación. Porque se introduce en la constitución una palabra sumamente ambigua -“calidad”- que es conceptualmente hueca, lo que permite que en cualquier momento pueda cambiarse su significado.  Hoy calidad significa tener un alto desempeño en las pruebas de ENLACE, “estándares”, Evaluación Universal o Concurso de Oposición, mañana puede significar cualquier otra cosa que discrecionalmente se considere necesario. Así, en lugar de los contenidos muy precisos que tiene la definición de la educación que está en las siguientes fracciones del artículo tercero (democrática, científica, laica, respetuosa de las culturas, orientada a resolver los problemas nacionales, a la solidaridad y a procurar el interés general…). La ambigüedad que introduce abre un profundo tajo y contradicción al interior mismo del artículo tercero constitucional: por un lado permanece la descripción de una educación humanista e integral, por otro la reorienta a partir de la “calidad” un concepto eminentemente industrial y mercantil.   Viene a ser una manera profunda de privatizar, pues traslada a la educación pública la visión privada y empresarial. Si efectivamente en el mundo industrial y mercantil la calidad de un refrigerador se puede expresar mediante dos o tres indicadores, este no es el caso de la formación de un ser humano, que es sumamente compleja.  Las luchas de los padres de familia y comunidades por el derecho que tienen sus hijos a formarse en una espacio público, humanista y orientado a la construcción de sujetos activos, tiene aquí un punto de partida importante.
4. Es una reforma que recupera la solución que se puso en práctica hace un cuarto de siglo y que en este tiempo ha demostrado claramente su incapacidad para mejorar la educación. En 1989 se planteó la necesidad de “modernizar” la educación mexicana,  y la propuesta consistía en buscar “la calidad” mediante la evaluación. Evaluación de maestros,  con la Carrera Magisterial,   evaluación de académicos (estímulos) y evaluación de estudiantes. Después de 24 años y de más de 110 millones de personas evaluadas, miles de escuelas y programas de estudio sujetos a escrutinio, nadie pone en duda que esas iniciativas no han generado un claro mejoramiento  y no hay quien no reconozca que la situación general de la educación sigue siendo muy mala.  También entonces se dijo que se respetarían y retomarían las culturas y la diversidad regional y sin embargo se impuso desde el comienzo mismo una evaluación única, uniformadora, ciega a las diferencias entre culturas pero también a las que existen entre los maestros y estudiantes que son de la ciudad y los del campo, los de clase media y los de clase popular, los que tienen otra lengua materna, etc. Es una evaluación que mide a la nación de acuerdo con una sola visión de lo que debe ser un buen estudiante y un buen maestro o una buena escuela. Hoy se hacen promesas iguales a las de dos décadas atrás, pero es muy probable que otra vez en el futuro nos volveremos a encontrar en la misma situación de fracaso.  Las evidentes lecciones de la historia son un arma importante de reflexión para maestros y comunidades.
5.Una reforma sumamente agresiva contra los trabajadores de la educación y que va a deteriorar profundamente el ambiente escolar. La reforma implica trasladar a los maestros a un estado de excepción, con condiciones de trabajo que no tiene el resto de los trabajadores al servicio del Estado. Es decir, a diferencia de otros trabajadores públicos, y según las leyes secundarias que habrán de aprobarse,  los maestros tendrán que someterse a exámenes periódicos, y, en su caso, serán puestos en capilla, con un vigilante o tutor asignado para conducirlos. Y eventualmente, la evaluación servirá para que los maestros sean despedidos o, al menos,  privados de su función como docentes y enviados a trabajos administrativos (Arts. 47 y 48 y transitorio 8 de la propuesta de Ley General del Servicio Público Docente, LGSPD). También tendrán de ahora en adelante, contrataciones “a prueba” o con un periodo de “inducción”; apertura discrecional de procedimientos de sanción contra los docentes (Arts. 20 y 68) y hasta se propone que en represalia por algún paro de labores, el  gobierno federal podrá recortar el presupuesto de todas las escuelas del estado, que buscaría provocar la reacción de los padres de familia en contra de los maestros (en propuesta de Art. 25 en la Ley General de Educación). Estos son meros ejemplos porque se prevén sanciones y despidos por varios aspectos más.  Típicamente, las sanciones son a partir de evaluaciones que han sido comprobadamente injustas por ser uniformes, discriminatorias y sumamente superficiales. Son evaluaciones –como la que se usa en los concursos de oposición- que se utilizan también para excluir a los egresados de las normales que se han preparado durante cuatro años para ser maestros, y para sustituirlos por profesionistas que sólo quieren un trabajo, “aunque sea de profe”. Esta reforma también se olvida que las transformaciones de la educación que corrieron por cuenta de los maestros –como la del comienzo de siglo veinte en México- no fueron motivadas por la esperanza de una recompensa económica o por el temor a una sanción,  sino por el compromiso y el entusiasmo por un proyecto que veían como propio y como expresión de las necesidades del pueblo. La codicia o el temor no son las motivaciones más productivas –y al contrario son contraproducentes- para un trabajo tan delicado y complejo como es el de un buen maestro.  La defensa de la educación pública corre al parejo con la defensa de los derechos laborales y humanos de los maestros, de los estudiantes y de los padres de familia y comunidades a que la escuela sea un lugar tranquilo y productivo y no un encierro de vigilancia y represión contra maestros y estudiantes.
6.Es una reforma que no tiene en cuenta que México es un país profundamente diverso y desigual y que constitucionalmente los pueblos y las entidades federativas tienen las bases legales y políticas para defender sus ámbitos de autonomía.  Así, el artículo 40 de la constitución establece claramente que “es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República  representativa…compuesta por estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior” (y la educación les concierne de manera concurrente con el gobierno federal), por lo que no debería imponerse una reforma vertical y autoritaria desde el centro. Tampoco tiene en cuenta que, como señala la Constitución esta “nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas…”por lo que se “promoverá el desarrollo de sus lenguas y culturas, usos, costumbres, recursos y formas específicas de organización social…” No tiene en cuenta, además, que está nación está partida en dos por una profunda desigualdad económica y social y que posee una enorme diversidad de identidades económicas y culturales en las regiones y entidades federativas.  Frente a todo esto se propone crear un solo y enorme aparato nacional de evaluación a cuya cabeza estaría precisamente el Instituto Nacionalpara la Evaluación de la  Educación, sin la posibilidad de crear instancias regionales y estatales (como las que paradójicamente, ya existen en Sinaloa, Sonora, Nuevo León y el estado de México) que, en lugar de una evaluación vertical promuevan en las regiones una evaluación de abajo a arriba, donde los maestros y estudiantes de cada escuela evalúen y se autoevalúen y  los resultados agregados de estas  evaluaciones sirvan para detectar las problemáticas comunes más importantes a nivel de escuela, zona, región y entidad federativa y ofrecer soluciones. Es decir, una evaluación a cargo de manera importante –aunque con apoyo especializado y evaluaciones muestrales- de los propios actores centrales del proceso educativo.  En lugar de eso, continuarán los exámenes nacionales para estudiantes y maestros y continuará la evaluación discriminatoria y superficial y ajena completamente a los diversos contextos culturales. Hoy, ENLACE presenta a los estudiantes con reactivos  que tienen respuestas en latín o  con preguntas que hacen una evidente referencia al medio macrourbano, muy lejano de los cientos de miles de comunidades y pequeñas ciudades del país.  La “solución” que últimamente se propone, en el sentido de eliminar la prueba ENLACE, no es tal si –como también se anuncia- sería para reemplazarla con  una evaluación que consistiría en enviar a decenas de miles de evaluadores a las escuelas, a fin de observar en clase y clasificar a todos los docentes de acuerdo con un perfil único de lo que es un buen maestro. Sería un nuevo instrumento de estandarización. En suma, la defensa de la educación pública es indispensable para promover y defender los espacios que constitucionalmente ya han logrado los grupos mayoritarios y los pueblos originarios. 
En conclusión, parece importante:
Plantear a la sociedad que para mejorar la educación los maestros organizados en la CNTE proponen que es necesario un mecanismo distinto al de los golpes de Estado contra la educación, sorpresivos, anticonstitucionales y claramente orquestados para seguir la agenda empresarial y financiera internacional. Un mecanismo que, en lo posible, eluda la confrontación y haga posible un diálogo nacional sobre la educación en el que a partir de foros como estos participen de manera importante los actores directos de ese proceso: maestros y estudiantes, con la palabrade otros actores decisivos: padres de familia,  comunidades, autoridades y especialistas, y, además,los actores contextuales: los grupos y sectores sociales. Este diálogo nacional tendrá como objeto discutir a nivel amplio la problemática de la educación mexicana y sus perspectivas y será un primer acercamiento para la elaboración posterior, a cargo de las comunidades escolares y regionales de diagnósticos más específicos sobre la problemática educativa en la pluralidad de regiones del país, mismos que servirán de base para que luego especialistas y grupos específicos de docentes de todos los niveles educativos, ofrezcan un documento-base en que den cuenta del estado de la educación en México, sus perspectivas y lineamientos fundamentales de acción.  En este proceso se tomarían en cuenta los referentes constitucionales y legales como los que se establecen en la mayor parte del artículo tercero constitucional y en los artículos segundo, séptimo, octavo y 32 de la actual Ley General de Educación;  se tendrían en cuenta los diagnósticos, propuestas y experiencias desarrollados en la historia de la educación a partir de los años veinte del siglo pasado;  las necesidades que expresan los propios grupos originarios y las regiones del país, y las propuestas y prácticas de una evaluación distinta. El resultado de este proceso deberá incluir lineamientos de política educativa, de una nueva organización de la educación a nivel nacional y regional, de financiamiento y también acerca de las bases legales que serían necesarias, en su caso, para reorientar la educación mexicana. Estos lineamientos serían luego concretizados a través de grupos donde estén representados maestros, estudiantes, autoridades, legisladores y especialistas.
Sin embargo, para avanzar por esta vía sin presiones y sin fechas fatales, es condición indispensable la abrogación de la modificación constitucional o por lo menos la suspensión del proceso de discusión y aprobación de las leyes secundarias en el Congreso de la Unión. 
En caso de la negativa,  indisposición o indiferencia de las autoridades y del Congreso de la Unión a tomar esta ruta, es necesario responder frente a la nación con una denuncia sobre quiénes son los que buscan la confrontación,  plantear entonces como indispensable la movilización pero también ofrecer a los maestros, estudiantes y padres de familia, una alternativa concreta. Esta sería la de iniciar o continuar, según el caso, con los procesos de construcción de espacios de verdadera autonomía a nivel local y regional que, desde abajo, y como estrategia de resistencia contra la confrontación que se plantea desde el gobierno-empresarios, comiencen a construir una ruta educativa y de evaluación distinta. Un camino en el que se abra la intensa participación de maestros, estudiantes y otros actores. Este plan incluiría ganar espacios y construir o retomar modelos pedagógicos propios o los ya desarrollados en otras regiones,  establecer procesos locales de evaluación y de  formación de los docentes a partir del establecimiento de cursos, bibliotecas, centros de investigación (todo esto, por ejemplo pero no solo, desde las normales) que permitan comenzar un proceso de sustancial transformación de la educación.  Al mismo tiempo, estas iniciativas locales discutirían la posición que debe tomarse local y regionalmente frente a las distintas iniciativas de vigilancia (evaluación) y sanción contra los maestros, frente a la evaluación centralizada de los estudiantes (ENLACE u otras), y frente a las carencias de financiamiento. De esta manera, frente a los padres de familia y comunidades, la resistencia misma contra el proyecto de  educación de gobierno-empresarial tendría un efecto concreto e inmediato de mejoramiento de la formación de niños y jóvenes.

[1] Profesor/investigador del Dpto. de Educación y Comunicación de la UAM-X.  Esta ponencia es una adaptación de la originalmente presentada en el Primer Foro Regional de Análisis y Perspectivas sobre la Reforma Educativa en Morelia, Mich., el 31 de mayo 2013


Escritor Paco Ignacio Taibo II
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